En los procesos formativos de las naciones y los estados existen gobernantes y gobernados, en tal sentido en esta oportunidad abordaremos el tema biográfico de un personaje histórico peruano que llego a tener el más alto cargo como autoridad de una nación nos referimos al militar Peruano Francisco Morales Bermúdez Cerruti que tuvo entre sus antepasados a presidentes y héroes militares orgullo de la nación de los Incas.
Nació en la
ciudad de Lima el 4 de octubre de 1921. Su padre fue Remigio Morales Sànchez (1893-1939) y su madre Nila Felicia Cerruti
González (1895-1983). Cabe mencionar que su abuelo fue Remigio Morales Bermùdez, quien llegó a ser ya el presidente del Peru desde 1890 hasta 1894 de manera
constitucional. En sus primeros años vivió en Barrios altos y recibió educación como 'alumno libre' (en
casa) en la etapa de primaria.
Estudió la secundaria en el Colegio de
la Inmaculada, en su sede de La Colmena; terminó su etapa escolar con el premio
de excelencia de honor. El año 1939, Morales ingresó a la Escuela Militar de
Chorrillos cuando tenía 18 años de edad y egresó con el grado de subteniente de
ingeniería; recibió la Espada de Honor por su alto rendimiento, en 1943.
Se diplomó de oficial del Estado Mayor en la Escuela Superior de Guerra del Perú, donde obtuvo la Divisa
de Honor por ocupar el primer lugar en calificaciones.
Luego de estudiar en la Escuela Superior de Guerra en Argentina, regresó al Perú como
profesor de la Escuela Militar de Chorrillos, la Escuela de Aplicación de
Ingeniería y la Escuela Superior de Guerra.
Asistió al Centro de Altos Estudios Militares (CAEM), donde se graduó con
una calificación "sobresaliente", para luego ir a estudiar al National
War College, en Estados Unidos. Al final de su carrera llegó a ostentar el
grado de General de División.
Se casó con Rosa Pedraglio con quien tuvo cinco hijos, y de quien
enviudó. A finales de 1999, se casó en segundas nupcias con la abogada Alicia
Saffer Michaelsen.
Su
vida política se inició Durante el Primer gobierno de Fernando Belaunde Terry. asumió un alto cargo en el Ministerio de Hacienda y comercio el 20 de marzo de 1968,
labor que desempeñó hasta el 21 de mayo del mismo año, cuando renunció.
Luego del golpe de Estado de
1968, bajo el mando del general Juan Velasco Alvarado, fue nombrado Jefe del Estado Mayor,
cargo que ejerció desde 1969 hasta 1974. El 1 de marzo de 1969 fue nombrado
ministro de Hacienda y Comercio, cargo en el que permaneció hasta fines de
1973. Reestructuró dicho despacho, sentando las bases del ministerio de Economía y Finanzas. Introdujo importantes
reformas en el régimen tributario, fortaleció la posición cambiaria y refinanció
la deuda externa. En 1974 fue ascendido a general de división y designado jefe
del estado mayor general del Ejército.
Fue Presidente del Consejo de Ministros desde el 1 de febrero
de 1975 y a la par ocupó el Ministerio de Guerra y la Comandancia General del Ejército.
Su actuar que ha dejado marca en la historia
peruana fue su accionar como militar en el llamado Tacnazo.
Como comandante general del Ejército, el
29 de agosto de 1975, encabezó el Tacnazo, un golpe de Estado contra el general
Juan Velasco Alvarado (quien había tomado el poder también por un golpe de
Estado siete años antes), desde la ciudad de Tacna, en el extremo sur del país.
Lanzó un manifiesto abierto, el cual estaba respaldado por los jefes de todas
las regiones militares, por la Marina de Guerra, la Fuerza Aérea y las Fuerzas
Policiales. Su propósito explícito era “eliminar los personalismos y las
desviaciones” que el proceso revolucionario venía sufriendo. En la tarde de ese
mismo día, Velasco abandonó Palacio de Gobierno y se marchó pacíficamente a su
residencia de Chaclacayo. Oficialmente, se le consideró “relevado” del alto
mando.
Al día siguiente, Morales Bermúdez se
autoproclamó presidente de la República, como jefe de Estado en la
"Segunda fase" del autodenominado Proceso Revolucionario de las
Fuerzas Armadas.
Inicialmente, el nuevo gobierno proclamó
que su intención era continuar y profundizar el “proceso revolucionario”. Sin
embargo, a esas alturas, este ya se hallaba muy desgastado. La postración de la
economía no permitía ya más experimentos revolucionarios.
Morales Bermúdez dio entonces a conocer
su propósito de corregir los excesos que había incurrido su predecesor en el
“proceso revolucionario”, extremos que responsabilizó a la izquierda radical,
cuya influencia se propuso desterrar. SINAMOS fue desactivada. Uno tras otros
los generales más ligados a Velasco fueron pasando al retiro, y los políticos
velasquistas más acérrimos fueron retirados de las funciones públicas. Se
autorizó el retorno de los exiliados, incluido el expresidente Belaunde y se
indultó a otros líderes del partido Acción Popular, hasta entonces perseguidos
por supuestos delitos. Se dispuso la reaparición de las revistas clausuradas,
mas no se devolvió a sus propietarios los diarios confiscados bajo Velasco. En
general, las restricciones a las libertades públicas se mantuvieron, aunque ya
sin los extremos del velascato.
En el plano económico continuó la crisis
financiera, caracterizada por las continuas devaluaciones. El gobierno buscó
promover la inversión privada, tratando de recuperar la confianza de los
inversionistas extranjeros; además en su gobierno se disminuyeron los
subsidios. A mediados de 1976 se produjo una fuerte devaluación monetaria que
obligó a suspender las garantías constitucionales y a imponerse el llamado
"toque de queda" en julio de ese año. Durante meses, los habitantes
de Lima debían recogerse a sus domicilios antes de las once de la noche.
El 19 de julio de 1977, se dio un paro
nacional impulsado por la CGTP, central sindical, que reclamaba un aumento
general de sueldos y salarios de acuerdo con el alza del costo de vida. El paro
contó con el apoyo masivo de la población, indistintamente se simpatizará o no
con las fuerzas convocantes, y significó en sí el repudio unánime hacia la
Dictadura Militar. Lima quedó paralizada durante 24 horas de un modo nunca
antes visto. Luego vinieron diversas movilizaciones nacionales.
Ante el malestar social el gobierno
convocó a elecciones generales para la conformación de una Asamblea
Constituyente no solo por la presión de las marchas y huelgas de la población,
sino porque ya tenía planeado poner un límite de tiempo al llamado “gobierno
revolucionario” y entregar el poder, tal como lo contemplaba el “Plan Túpac
Amaru” elaborado por él mismo en reemplazo del anterior “Plan Inca”. Estas
elecciones contaron con la participación de las fuerzas políticas del país, a
excepción de Acción Popular, el partido de Belaunde, que exigía el retorno
inmediato de la democracia sin necesidad de cambio de Constitución. Los
representantes electos en la Asamblea se reunieron el 28 de julio de 1978 y
eligieron presidente de la misma al líder aprista Víctor Raúl Haya de la Torre.
Luego pasaron a discutir y redactar la Constitución de 1979.
Siguiendo el plan de poner fin al
gobierno militar y de acuerdo a la nueva carta constitucional, se convocó a
elecciones generales para elegir democráticamente a un presidente de la
República y a los representantes de un Congreso bicameral. Estas se realizaron
el 18 de mayo de 1980. El escrutinio dio por vencedor a Fernando Belaunde
Terry, el mismo que había sido defenestrado por el golpe de Estado de Velasco
de 1968, quien recuperaba así la presidencia, asumiéndola el 28 de julio de
1980.
Cuando tenía 64 años de edad en 1985 se
lanza como candidato a la presidencia del
Estado Peruano. Para lo cual Después de entregar el gobierno a los civiles,
Morales Bermúdez organizó su propio partido, al que llamó Frente Democrático de
Unidad Nacional, que postuló su candidatura a la presidencia de la República en
las elecciones generales de 1985, donde obtuvo una votación ínfima. Tras esa
experiencia, decidió disolver el “Frente”.
Los hechos históricos de su gobierno fueron analizados por hechos
que marcaron su gobierno nos referimos a la
muerte de veinte ciudadanos italianos
durante su administración.
En el 2007, la justicia italiana pidió
la extradición y captura del exdictador junto con miembros de su Junta Militar
por la desaparición de 20 italianos a causa del "Plan Cóndor", el
cual se encargaba de silenciar, tomando la medida que el gobierno dictatorial
de turno creía conveniente, cualquier acto de subversión o disidencia en los
países que formaran parte de este plan conjunto. El entonces presidente Alan
García le apoyó asegurando que no formó parte del "Plan Cóndor" y
calificando la petición de captura como una "exageración judicial".
En febrero de 2012, el juez federal
argentino Norberto Oyarbide pidió la captura por el secuestro de 13 opositores
políticos, siendo este acto parte del "Plan Cóndor". La denuncia fue
impulsada por Ricardo César Napurí Schapiro, quien fue uno de las personas
capturadas y deportadas de manera irregular. Las víctimas fueron trasladadas a
Buenos Aires, donde regía otro dictador implicado en el denominado "Plan
Cóndor", Jorge Rafael Videla. En Argentina serían enviados a distintos
lugares de detención.
El 12 de febrero de 2015, la justicia
italiana reanudaría el juicio contra Morales Bermúdez junto a 32 de los
implicados en las dictaduras latinoamericanas. Cristina Mihura, esposa Bernardo
Arnone quien desapareció a los 24 años dijo "Los familiares de las
víctimas nos hemos tenido que transformar en abogados y en investigadores para
probar la culpabilidad de los acusados porque no hemos recibido ninguna
ayuda".10
En septiembre de 2015 el Poder judicial
peruano abrió un proceso judicial contra el expresidente y tres altos mandos
por crímenes de lesa humanidad.
En Roma enfrentó también un juicio junto
a 31 miembros de las Juntas Militares Sudamericanas que formaron parte del
"Plan Cóndor". El 17 de enero de 2017, (a los 96 años de edad) fue
condenado a cadena perpetua por un tribunal de Roma por estar implicado en el
Plan Cóndor, junto con 8 exmilitares de varios países andinos.11
En julio de 2019, la justicia italiana ratificó esta condena.12
Sin embargo, debido a que no fue extraditado, Morales en los hechos no resultó
afectado por esta condena, pues siguió gozando de su libertad en el Perú hasta
su fallecimiento en julio de 2022 a los 100 años de edad.
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